El fenómeno editorial del año es, sin duda alguna, y más allá de consideraciones sobre rigor histórico y calidad literaria, la polémica novela titulada “El Cocido da Vinci”, capaz de superar en lectores a ese otro Código, el de la Circulación, que tantos aprendices de conductores leen con fruición para nunca volver siquiera a hojear.
Este libro se encuadra en el género del “thriller” con tufillo a incienso, que tanto dinero ha proporcionado a P. J Benítez, por ejemplo, y ha generado imitadores tan abundantes como caracoles después de una semana de lluvias. Por eso, el Club de los Críticos Muertos, que agrupa a los jefes provinciales de las secciones de libros de Carrefour (antes Pryca), Mercadona, Champion (antes Simago), Alcampo, Ikea, Leroy Merlin y Supermercados Dani, ha decidido agradecer con el "Pepe de Barro" a Dan Brown todas las comisiones sobre ventas obtenidas, no sólo por sus dos libros, sino por los “adyacentes” que han brotado como setas a su sombra del tipo de “Explicando las claves ocultas en el Código Da Vinci”, “Secretos por revelar del código Da Vinci” y “Meditaciones Profundas sobre el Enigma Da Vinci”, ventaja que no tienen, por ejemplo, los libros de Antonio Gala, que sólo remiten a sí mismos.
Sin embargo, este premio ha provocado las protestas de una facción anónima del club llamada La Furibundia Literaria, que se dice está formada por encargados que fueron fichados por su centro comercial de alguna librería y que insisten más de lo razonable en comprobar la calidad literaria de lo que colocan en los expositores. Por otra parte, el sector mayoritario lo componen encargados que vinieron de otras secciones, bastante menos remilgados a la hora de colocar en cabecera de góndola cualquier tipo de producto que se avergonzarían de colocar en las estanterías de su casa. Los asistentes a la cena anual del Club de los Críticos Muertos se encontraron debajo de sus asientos octavillas firmadas por el citado grupo oponiéndose a que se premiara a Dan Brown, con frases como "Este libro es a la gran historia clásica de intrigas vaticanas del tipo 'El Péndulo de Foucault' como el 'Hola, don Pepito, hola, don José' de los Payasos de la Tele es a la Quinta Sinfonía de Beethoven" y "Qué hartos estamos de pasar vergüenza cada vez que nos piden que recomendemos un libro" y "Vuelve, Reverte, que te echamos de menos".
(En los retretes del restaurante aparecieron otros comentarios que queda feo reproducir hasta en este medio)
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