Rafael Martín, Joaquín Revuelta, A. Thorkent, Félix J Palma ... ¿A qué se debe la abundancia en Cádiz de tanto escritor de CF y F? Hay quien dice que el hecho de ver perderse desde la bahía esos barcos en ruta hacia lugares desconocidos abre la imaginación, pero no es ésa la opinión de Ramiro Gonzaga, licenciado por la universidad de Almería en Literatura de Género y Subgénero, autor de la tesis "Sustancias psicotrópicas y literatura de anticipación: La gaditana Quinta del Parsec", que atribuye a la confitería en la que trabajaba Ángel Torres Quesada la causa de tanto delirio imaginativo: “Recuerdo esos hojaldres de hierbabuena (pero buena, buena) que me comía leyendo "Luchadores del Espacio" y el estado de extasiada contemplación del universo en que quedaba. Años después, en una fiesta de la Universidad, me ofrecieron unos colegas un canuto y recuerdo que me dije: ´¡Coño, si huele como los confites del Thorkent!´", recuerda un conocido escritor gaditano, casado y con niños, que prefiere permanecer en el anonimato.
Para Ramiro esas descripciones tan coloristas, ese gusto por describir paisajes alienígenas, esa exploración del espacio interior, tan propios de esa etapa de pantalones de campana y patillas a lo Asimov que fue la ´New Wave´, no son sino muestra del consumo de ciertas sustancias y su efecto sobre el texto literario. Consultado al respecto, el patriarca de la CF española afirmo "Yo de esa época no me quedan recuerdos de que sucediera nada anormal, aunque de alguno de mis proveedores de materias primas sí que recuerdo que no eran cáñamo, digo trigo, limpio "
(En la imagen superior, retrato que se hizo durante la época psicodélica de Angel Torres Quesada con la técnica, cómo no, del pastel)
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