EUFEMIO CRUZ, EL HOMBRE QUE EN VEZ DE A LA CIENCIA DONÓ SU CEREBRO A LA CIENCIA-FICCION
A todos nos entristeció la noticia de la muerte de Eufemio Cruz, memoria viva de la fantaciencia española, capaz de recordar desde nombre y apellidos de gente que escribió un único relato en un fanzine de circulación ínfima hasta anécdotas cubiertas por la pátina de los años que conseguían sonrojar a más de un protagonista de las mismas, que ya daba por enterrado ese fragmento de su pasado. Eufemio, convencido por los miembros de la Sociedad Pamplonesa de Ciencia Ficción, decidió que sus conocimientos no se perdieran, y pidió en su testamento que se conservara su cerebro por si algún día la técnica avanza lo suficiente como para recuperarlos. Actualmente, su cerebro ahora está guardado en un espacio dentro del congelador del frigorífico del Vocal de Asociacionismo, que se ofreció para acoger tan singular carga, dado su cargo de representante de una conocida marca de frío industrial y que su nevera es antibacteriana y “no-frost”.
“Nunca tuvimos en casa el menor inconveniente en tener en la casa el cerebro de Eufemio. Es mas, es casi como tener un miembro más en la familia: al entrar en la cocina noto como una presencia si me acerco a la nevera y pienso que es él, transmitiéndonos su bondad y sabiduría. Vamos a llevarlo a las Hispacones igual que ese señor que llevaba las cenizas de su padre al Benito Villamarín a ver los partidos del Betis en un tetra-brik. Espero que el hecho de que al haber fallecido no esté al corriente de sus cuotas en la Asociación no impida que acceda al descuento en la entrada”
A todos nos entristeció la noticia de la muerte de Eufemio Cruz, memoria viva de la fantaciencia española, capaz de recordar desde nombre y apellidos de gente que escribió un único relato en un fanzine de circulación ínfima hasta anécdotas cubiertas por la pátina de los años que conseguían sonrojar a más de un protagonista de las mismas, que ya daba por enterrado ese fragmento de su pasado. Eufemio, convencido por los miembros de la Sociedad Pamplonesa de Ciencia Ficción, decidió que sus conocimientos no se perdieran, y pidió en su testamento que se conservara su cerebro por si algún día la técnica avanza lo suficiente como para recuperarlos. Actualmente, su cerebro ahora está guardado en un espacio dentro del congelador del frigorífico del Vocal de Asociacionismo, que se ofreció para acoger tan singular carga, dado su cargo de representante de una conocida marca de frío industrial y que su nevera es antibacteriana y “no-frost”.
“Nunca tuvimos en casa el menor inconveniente en tener en la casa el cerebro de Eufemio. Es mas, es casi como tener un miembro más en la familia: al entrar en la cocina noto como una presencia si me acerco a la nevera y pienso que es él, transmitiéndonos su bondad y sabiduría. Vamos a llevarlo a las Hispacones igual que ese señor que llevaba las cenizas de su padre al Benito Villamarín a ver los partidos del Betis en un tetra-brik. Espero que el hecho de que al haber fallecido no esté al corriente de sus cuotas en la Asociación no impida que acceda al descuento en la entrada”
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