NUEVAS TERAPIAS EN PSIQUIATRÍA VISIONANDO CIENCIA FICCION SOVIETICA

Carmelo Romero Polanco, en sus ratos libres friki de la ciencia ficción y aficionado al "rock progresivo" (dadas las posibilidades que ofrece esa expresión raro será que no volvamos a ella alguna vez que otra), pero psiquiatra de profesión, ha desarrollado una nueva terapia para el tratamiento de los cuadros de bruxismo y ansiedad que ha generado cada vez que ha sido presentada en congresos una respuesta entusiasta rozando en el frenesí y ya en algunos casos el paroxismo (ha habido que devolver al orden a más de un congresista disparándole con un rifle con anestesia para elefantes).

La idea para el método, que ha sido bautizado como "Técnica Solaris" (mucho más suavita que la técnica Ludovico), le surgió al visionar la película soviética del año 1979 titulada "Stalker", adaptación de la novela "Picnic extraterrestre/junto al camino" de los hermanos Strugatsky, y que destaca por sus largos planos secuencia y que indujo en él un estado de sopor al que sólo le habían llevado algunas películas del cine iraní. Carmelo, aún con tres cafés encima, sintió las ondas theta apoderarse de su cerebro y se pegó una buena siesta con algún ronquido y todo.

Al despertar, aún con la modorra del sueño y aún desarrollándose el plano secuencia durante el cual se había quedado frito, se le ocurrió aplicar este visionado a algunos de sus pacientes con mayores problemas de ansiedad e insomnio pertinaz y la verdad es que fue mano de santo, ya que raro era el que no caía en los brazos de Morfeo/Sandman al cuarto de hora. Decidido a buscar más películas de corte y ritmo similar, lleva varios meses explorando la cinematografía del antiguo bloque del Este y frecuentando para ello la compañía de nostálgicos de ese ya antiguo régimen, lo cual le ha permitido mantener conversaciones con un interés y ritmo similares al de ese tipo de películas. 

El régimen soviético siempre tuvo relaciones muy complicadas con cualquier música que no fuera clásica o folclórica

Ya se le ha avisado de que esas compañías con ese sesgo ideológico no pueden conducirle a nada positivo lo cual, añadido a los malentendidos en cuanto a sus posiciones ideológicas que provoca esa afición suya al "rock progresivo" (¿ven como íbamos a volver al tema?), ha provocado su inscripción en las listas de "individuos a vigilar" de varios servicios secretos en la categoría de "peligrosos bolcheviques". Así, cada vez que Carmelo visita Finlandia siente desde el mismo momento de su llegada al aeropuerto la presencia de varias personas con gabardina que parecen talmente miembros de los servicios secretos que le observan desde lejos haciendo como que leen periódicos en papel o en tablets con agujeros a la altura de los ojos.

Los interesados en eso del rock progresivo, que no implica necesariamente posiciones políticas etiquetables como "progresistas" ni por parte de los oyentes ni por parte de los músicos (con decir que Mike Oldfield ha hecho públicas sus simpatías por Trump, no sabemos si como consecuencia de una socialización política defectuosa, de tener tantos millones en el banco o por una secuela de alguna mala noche de sus años en Ibiza) pueden, tras echar un vistazo a la Whiskipedia, echarle otro a la web Subterránea y sus podcasts: https://www.subterranea.eu