AFICIONADOS EN BUSCA DE SABIDURÍA
SABIDURÍA PARA FANDOMITAS
¿Dudas? ¿Burlas? ¿Sensación de "ya soy demasiado grande para leer "New Wave" de los 60"? ¿Dudas sobre la validez literaria de tu género favorito? Ya son cientos los miembros del fandom que han bebido de la sabiduría de sus palabras.......
Acude al curso de autocontrol y conocimiento interior impartido por el venerable lama tibetano Parrandas Oyeyoghi.
Si te duele ser friki ... él te comprenderá.
No dudes en venir a nosotros si te has encontrado en una situación como la que cuenta Jerónimo Lahoz :
"Yo solía entrar en foros de Internet dedicados al steampunk, mi género favorito. Los comentarios que hacía eran bastante poco moderados y muy a menudo denotaban una cólera injustificada. Supongo que alimentado por el anonimato de Internet, un nefando día estallé, dije cosas de las que me arrepiento y lo que yo escribí fue eliminado por el moderador. Nadie volvió a ponerse en contacto conmigo.
Al principio mi soberbia me hizo achacar ese aislamiento a la ignorancia de la gente pero poco a poco dejé de ver culpables en los demás y miré en mi interior: ¿podía yo reconocerme a mí mismo en frases como "Lo que pasa es que en este país la gente no tiene ni puta idea de lo que es el steampunk y en este foro todavía menos" o "hay que ser muy gilipollas para confundir a Gene Wolfe con Tom Wolfe y tú lo eres"? ¿Era ésa la misma persona a la que mi novia, familia y amigos querían tanto? ¿De dónde salían esos demonios interiores?
Mi madre, que me vio mustio y cariacontecido, me aconsejó que fuera a su confesor pues a ella le fue muy bien para superar los complejos de culpa que le produjo su primer divorcio por infidelidad. Yo pensé que ya iba siendo hora de amortizar la asignación a la Iglesia Católica que ella hace todos los años en la declaración de la renta y allá que me fui para el confesionario. Le expliqué al cura que había dentro mis problemas pero me dijo que como no hablaba Internet me iba a confesar uno más joven que sí lo hacía y yo dije que bueno.
Le conté mi problemática y lo comprendía todo perfectamente hasta que le dije que en el foro le había dicho a uno "piensas que tú tienes la razón y los demas no y eso tiene un nombre: fascismo", oi cómo se le hinchaba la vena y me decía "Pues a ver si te enteras de que sepas que el fascista eres tú, mamón, y como te coja en la calle te voy a poner los belfos mirando para Burgos, que sepas que yo ya leía a Tim Powers en inglés antes de que a ti te destetaran con la Dragonlance, desgraciado ... ya tenía ganas de echarme a la cara a un gallito de los foros com tú, pringao"
Al final ni me absolvió ni nada y me apunté a cursillos de psicología transpersonal y psicoanálisis junguiano (que con el rollo ese del animus-anima me acordé de cuando jugaba al rol) pero mis problemas morales permanecían ahí y me veía incapaz de leer un libro más (con lo cual, como estoy suscrito a tres colecciones, tenía la habitación a reventar)
Pero mi vida ha dado un vuelco desde que encontré a Parrandas en el seminario "Soy friki ... ¿y qué?" El, que cuando era joven y blanco había jugado a Magic, supo comprender mis inquietudes y, gracias a su sabia combinación de yoga y rol, nudismo y vegetarianismo ha hecho que acepte tranquilamente la ignorancia ajena, aunque sea tan grande y tan insondable como el Tao.
Por todo ello, recomiendo vivamente la asistencia a los cursos de todos los colores y sabores de Parrandas"
SABIDURÍA PARA FANDOMITAS
¿Dudas? ¿Burlas? ¿Sensación de "ya soy demasiado grande para leer "New Wave" de los 60"? ¿Dudas sobre la validez literaria de tu género favorito? Ya son cientos los miembros del fandom que han bebido de la sabiduría de sus palabras.......
Acude al curso de autocontrol y conocimiento interior impartido por el venerable lama tibetano Parrandas Oyeyoghi.
Si te duele ser friki ... él te comprenderá.
No dudes en venir a nosotros si te has encontrado en una situación como la que cuenta Jerónimo Lahoz :
"Yo solía entrar en foros de Internet dedicados al steampunk, mi género favorito. Los comentarios que hacía eran bastante poco moderados y muy a menudo denotaban una cólera injustificada. Supongo que alimentado por el anonimato de Internet, un nefando día estallé, dije cosas de las que me arrepiento y lo que yo escribí fue eliminado por el moderador. Nadie volvió a ponerse en contacto conmigo.
Al principio mi soberbia me hizo achacar ese aislamiento a la ignorancia de la gente pero poco a poco dejé de ver culpables en los demás y miré en mi interior: ¿podía yo reconocerme a mí mismo en frases como "Lo que pasa es que en este país la gente no tiene ni puta idea de lo que es el steampunk y en este foro todavía menos" o "hay que ser muy gilipollas para confundir a Gene Wolfe con Tom Wolfe y tú lo eres"? ¿Era ésa la misma persona a la que mi novia, familia y amigos querían tanto? ¿De dónde salían esos demonios interiores?
Mi madre, que me vio mustio y cariacontecido, me aconsejó que fuera a su confesor pues a ella le fue muy bien para superar los complejos de culpa que le produjo su primer divorcio por infidelidad. Yo pensé que ya iba siendo hora de amortizar la asignación a la Iglesia Católica que ella hace todos los años en la declaración de la renta y allá que me fui para el confesionario. Le expliqué al cura que había dentro mis problemas pero me dijo que como no hablaba Internet me iba a confesar uno más joven que sí lo hacía y yo dije que bueno.
Le conté mi problemática y lo comprendía todo perfectamente hasta que le dije que en el foro le había dicho a uno "piensas que tú tienes la razón y los demas no y eso tiene un nombre: fascismo", oi cómo se le hinchaba la vena y me decía "Pues a ver si te enteras de que sepas que el fascista eres tú, mamón, y como te coja en la calle te voy a poner los belfos mirando para Burgos, que sepas que yo ya leía a Tim Powers en inglés antes de que a ti te destetaran con la Dragonlance, desgraciado ... ya tenía ganas de echarme a la cara a un gallito de los foros com tú, pringao"
Al final ni me absolvió ni nada y me apunté a cursillos de psicología transpersonal y psicoanálisis junguiano (que con el rollo ese del animus-anima me acordé de cuando jugaba al rol) pero mis problemas morales permanecían ahí y me veía incapaz de leer un libro más (con lo cual, como estoy suscrito a tres colecciones, tenía la habitación a reventar)
Pero mi vida ha dado un vuelco desde que encontré a Parrandas en el seminario "Soy friki ... ¿y qué?" El, que cuando era joven y blanco había jugado a Magic, supo comprender mis inquietudes y, gracias a su sabia combinación de yoga y rol, nudismo y vegetarianismo ha hecho que acepte tranquilamente la ignorancia ajena, aunque sea tan grande y tan insondable como el Tao.
Por todo ello, recomiendo vivamente la asistencia a los cursos de todos los colores y sabores de Parrandas"
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