El origen de esto es la charla (que ahí arriba la tenéis, grabada en Youtube) que dio Ludovico de la Jarava en la Hispacon de Quart de Poblet de 2013 (y que se ha comprometido a dar en la granaina de este 2015 ... como vemos, esto va de dos en dos años) en la que sostenía la tesis de que la lectura de ciencia ficción es algo no solo recomendable sino hasta salutífero para el servidor de lo público. Por mi parte, yo decidí someter a juicio crítico tal afirmación ("someter a juicio crítico" es un eufemismo para decir que me dejé arrastrar por mi irrefrenable tendencia a llevar la contraria) y formulé la antítesis "Por qué los políticos no deben (perder el tiempo leyendo / leer) ciencia ficción" con la intención de que surja de toda esta dialéctica hegeliana una síntesis final. Y ahí estamos.
A un servidor, al contrario que algún que otro profesor de universidad, le parece de mal gusto aprovechar la situación para meterle en la sesera a la concurrencia sus opiniones políticas, así que pueden estar tranquilos de que no va a pedir el voto para nadie ni va a rajar de ningún partido ni ninguna opción política, que (casi) todas son muy respetables y expresión del pluralismo político. Con Heinlein va a haber que coger el toro por los cuernos, y más desde que a alguno se le ha ocurrido compararlo con "El Ministerio del Tiempo". Invitados quedáis.
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