Prosigue la polémica surgida en torno a la presencia en el Festival
avilesino Cassius (nombrado así, como todos sabemos, en honor al campeón
de los pesos pesados Mohamed Alí) de Orson Scott Card. Por un lado se
ha sabido que un grupo muy combativo de activistas pro - gay planea
boicotear la presencia del novelista estadounidense haciéndole saber,
cada vez que haga mención de "Mis hermanos mormones ...", la parte de su
cuerpo que les puede agarrar (pista: por si se lee esto cerca de las fechas
navideñas, esa parte que puede agarrarles rima con roscones), lo cual puede hacer pasar un mal rato a la hermana Henrietta Hamblin, misionera mormona destinada en España, que será la encargada de traducir al español las palabras de Card.
Por otro, se les ha hecho saber a otro grupo de fans muy fans de la serie de novelas cuyo comienzo fue "El Juego de Ender", los cuales, aparentemente, no estaban al tanto de que Card no parece tener buen concepto de sus preferencias sexuales, que su propuesta de homenajearle con un desfile de drag queens con indumentaria basada en las novelas queda pendiente de "darle una vuelta", y muy en particular esa reina insector que compondría media docena de muchachos puestos de rodillas uno detrás del otro.
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